Lárgate por favor, mi marido despiadado

Capítulo 2

El señor Jian, el asistente de Liangchuan fue quien la rescató.

Cuando Wanbai despertó, en su rostro se dibujó una sonrisa de ironía, pues en el pasado, desobedeció a sus padres y se casó con Liangchuan aunque ellos no querían, incluso cambió su forma de ser por él, se humilló a sí misma, y aprendió a ser más delicada.

En su momento también renunció a la oportunidad de recuperar la vista por él.

Al final, Wanbai no recibió nada luego de dejar su dignidad y orgullo de lado, porque a su esposo no le importaba.

"Liangchuan, está haciendo mucho frío...", dijo Siman con una voz débil y delicada.

No podía evitar comportarse como una niña mimada. 

Debido a que Wanbai era ciega, su sentido auditivo era más agudo que el de una persona normal y prestó atención a la conversación.

Entonces, escuchó aquella voz que le era familiar, pero que al mismo tiempo le parecía muy extraña que no quería reconocer. 

"No tengas miedo, aquí estoy", dijo Liangchuan con ternura.

Wanbai conocía a este hombre desde hace diez años y jamás lo había escuchado hablar de esa manera, es más, lo único que conocía de él era el desprecio, la indiferencia y la ignorancia.

Sin embargo, tampoco le sorprendía el comportamiento de su marido porque sabía que para él, Siman era más importante.

En ese momento, Wanbai recordó las muchas veces que Siman se burló de ella y entendió que, aferrarse a él durante tanto tiempo había sido ridículo. 

De hecho, tendría que llamarse a sí misma est*pida. 

Por otra parte, la chica ya no quería seguir escuchando su melosa conversación y rápidamente envolvió su cuerpo en una toalla de baño y planeó irse para ponerse ropa seca.

Buscó a tientas su bastón, pero no encontró nada.

"Señor Jian, ¿podría darme mi bastón?", preguntó Wanbai.

"Claro, señora." El hombre miró a su alrededor y se dio cuenta de que el bastón estaba a un lado de los pies de Liangchuan. 

Mientras tanto, Wanbai había estado esperando por más de un minuto, así que, sintiéndose un poco desesperada se puso de pie y dijo: "Señor Jian, mi bastón."

"Está..."

Fue entonces que Wanbai se dio cuenta de que algo no andaba bien, y prefirió no molestar más al señor Jian. Al final, la chica se fue. 

Pero solo había dado unos cuantos pasos cuando escuchó que alguien gritaba en su dirección.

"¡Detente!" A diferencia de la ternura que Liangchuan había mostrado con Siman, ahora se refería a Wanbai con disgusto.

La mujer se detuvo en seco y preguntó con frialdad: "¿Qué quieres?"

Sin importarle el estado tan lamentable en el que se encontraba su esposa, Liangchuan se mantuvo frío y distante. "¿Cómo puedes ser tan egoísta luego de lastimar a los demás?"

上一章
下一章
打开APP阅读更多免费章节 >>